Acabo de regresar de nuncajamás, donde anduve volando con Peter
Pan, para encontrarme con que mi recicladonovio viene recargado. Con todo. Y después
de más de ocho años de divorcio forazado: decidimos irnos a vivir juntos.
Tengo miedo.
Miedo de que salga con
sus sorpresasnongratas.
Miedo de un día despertar y no tener ganas de verlo y
ahoraquéhago.
Miedo de no soportarlo todos los días que me resten de vida.
Por muchas
razones, no nomás por pincheingrata.
Primero, no es así de fácil como pedir dos
tamales de carne y un champurrado chico. Naaaaaah... para tragarse los tamales
primero hay que lavar la masa con manteca, luego echarle royal y ponerse una
joda para finalmente embarrar la hoja y echarle el mole: mucho mole. Tiene su chiste.
Jajajaja…
Bueno, acá doñalucha quiso decir: no es que de la noche a la mañana lo voy a volver
a querer con locura y con pasión, si él se ganó mis desprecios y acribilló mi
amor a pulso.
Siempre lo he querido, sólo que ahora pienso dos veces antes de
dejarme caer.
Y sí, decidí dejarme caer otra vez; pero el cabrónmiedo, el
vértigo que siento de verme embarrada en el pisodenew, sigue ahí.
Pero sigo, eso hago por
ahora.
Fluye vida… me estoy dejando
llevar,
de new
:s
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