Hace unos días, con mis amigas, estábamos viendo qué conciertos se vienen… y entre ellos, justo en la semana de mi cumpleaños, había dos. Los descartamos. Este año he decidido que voy a huir toda la semana al lugar más feliz de la tierra para pasar mi cumple. Así que esta semana he andado como chilefrito para avanzar con mis pendientes y tomar mis vacaciones la próxima semana.
Luego, anunciaron a Zoé para octubre. Intentamos comprarlos, aunque ya sabíamos que era imposible alcanzar boletos. De pronto, revive un recuerdo cuando más se necesita:
Retuit. Le conté que, por cierto, no alcanzamos boletos esta vez.
Y luego, magia:
—¡No manches! —me dijo—. Hace 16 años 🥺.
—Ya estamos ruquis —le dije.
—Creo que puedo conseguir boletos. ¿Vienes? Somos patrocinadores. Serían zona diamante en un palquito del estadio GNP.
🥺¿De verdad? ¿La vida puede ser así de buena conmigo?
Nos debemos unas “coquis” quién sabe desde cuándo. La vida nos ha puesto peros, timing raro, agendas locas y cabezas obnubiladas. Creo que la última vez que lo vi fue hace años, cuando él todavía vivía en GDL. Fui con mi novio a su casa. Fue un poco incómodo, porque esperábamos más gente y al final nadie llegó. Era bien sabido que mi novio no lo soportaba: en loco e inventado.
Alguna vez mi novio me dijo que si lOlO era hijo de PP: estúpido.
PP, que, además de gustos musicales, comparte mi humor, me dijo: "Dile que sí, que soy su papá. Que nos pasamos el tiempo buscando el siguiente, por eso siempre estamos juntos".
Nos reímos.
Hace tanto que no lo veo… la verdad, es que los boletos poco importan. Podría verlo con o sin Zoé.
Previo al concierto, viene a Guadalajara; así que, nos tomaremos unas chelas… o un té (dice que va más con mi estilo, jaja). O quizá, por fin, nuestras "coquis".
Vamoaver.
La vida a veces te devuelve la luz y te apapacha por donde menos lo esperas.🌟
0 Comments